sábado , julio 27 2024

Diógenes, el hombre contra el fuego

Por: Jasa Rehm

Esta obra no sería sin el fuego, el que da calor en la noche deforme, el que hace de la sopa un lugar habitable y el que abraza la muerte. Diógenes vive en él, con todos sus formatos y maneras de hacer daño mientras trata de entender el territorio, ese que no tiene nombre y le resta valor a la vida, sobre todo cuando el habitante viaja sin ciudadanía y sus huellas se desvanecen a pocos metros de su cama.

Una mezcla de montañas, movimientos predeterminados de cabello en el aire y figuras fotográficas de western en medio de un cielo sin palabras. Hilar cada sombra y tratar de entender la oscura fascinación del director por los silencios visuales, es perder la oportunidad de viajar sin frenos para estrellarse con una hermosa experiencia sin color.

Los relatos están en poesía, Diógenes quisiera ser más claro para transmitir su dolorosa herencia en palabras, pero un invisible demonio nubla la garganta con sangre, por eso es que no puede gritar las historias, sino que las plasma en madera para dejar sus lamentos a otros tiempos y otros lectores que den vida a un pasado de muerte.

Su deceso no es razón de lágrimas humanas, son sus perros quiénes lloran el único viaje que no pueden acompañar, los que tienen más memoria que sus propios hijos, los que fueron la extensión de su sombra y fueron escogidos para aprender lo que nunca pondrán en práctica.

En su descendencia no quedó más que un tedioso y amañado miedo que subsiste con un caldo y se alimenta de ladridos en medio del vacío. Ella se convierte en la guardiana de las leyendas talladas sin enmarcar, intercambiando sus infortunios dibujados por la cena de otra noche para ver un nuevo amanecer en medio de la apacible incertidumbre.

En medio de la música renace un nuevo y pequeño Diógenes que, dominado por el sueño, recibe lo que será su herencia en forma de futuros demonios, hasta que se convierta en otro perro viejo que consumirá el imperdonable fuego, dejando las cenizas en un foso sin nombre.

Año: 2024

Lenguaje: Quechua

Duración: 80 minutos.

País: Perú – Francia – Colombia

Dirección: Leonardo Barbuy

Producción: Illari Orccottoma Mendoza

Co producción: David Hurst, Mirlanda Torres (La Selva Cine)

Producción Ejecutiva: Leonardo Barbuy, Laura Mora, Daniela Abad,

Distribución: DO:CO

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